Cuéntanos un poco de ti y tu historia.
Nací y crecí en el desierto del norte de Chile. Era una niñita muy inquieta pero algo enfermiza, y por cierto, sobreprotegida. Así que pasé mi primera infancia con mi nariz entre libros. Me gustaba leer en las alturas, aunque después desarrollé acrofobia, en ese tiempo leía en el techo o en los árboles. Los elementales ya se habían apoderado de mí 🙂
Estudié psicología por vocación y nunca me he arrepentido. Desde siempre me llama la naturaleza, siempre me aburro en las urbes y mis pies me llevan por senderos perdidos. Pero la gente es el mayor misterio que existe y siempre regreso a ella. He vivido en el norte y en el centro de Chile, llevo mucho tiempo en la capital, una ciudad de más de 6 millones de habitantes, pero rodeada de hermosos parques naturales. Mis pasiones son la mitología (en especial la celta), leer, el cine y la vida outdoor. Necesito proteger el medio ambiente porque a mis cuarenta y algo años, ya he visto demasiada devastación. Quisiera preservar algo para las futuras generaciones.
Estar en el mundillo literario me ha hecho conocer desde otra perspectiva a los jóvenes (soy terapeuta infanto-juvenil), me entiendo bien con mis lectores y me agrada estar en contacto con ellos, en especial con mis lectoras cero.
¿Qué escritores te inspiran?
JRR Tolkien es mi único héroe en la vida. Es el mayor maestro del género fantástico y aspiro en llegarle a los talones, al menos. Me gustan otros autores: Grisham, Christie, Lewis, Allende, Wallace, Alcott, Lackberg, etc. Me atrae todo tipo de subgéneros, pero en especial fantasía, distopía, novelas de detectives. La fantasía épica es lo máximo.
¿Ya dije Tolkien?
¿Ha escrito novelas en colaboración con otros escritores?
No pero estoy escribiendo Postrimerías, el cierre de mi tetralogía, y luego voy a hacer de ‘ghost writer’ para mi esposo en una novela mitológica épica que sorprenderá a todos.
¿Cuándo decidiste convertirte en escritor/ra?
En el funeral de mi abuela. Con casi 35 años como lectora ávida, consideré absurdo postergarlo más. Y empecé Elemental, con la ayuda de mi primo editor, Miguel Ángel. Antes escribí poesía, drama y ensayos, siempre sólo para mí. Una vez concursé en poesía para un diario muy vendido.
No gané 🙁
¿Escribes a tiempo completo o a tiempo parcial?
Depende. A veces hasta trece horas sin parar, otras veces medio día, a veces nada. Encrucijadas la escribí sin estar trabajando y fue casi ocho horas diarias.
¿Trabajas con un esquema o diagrama o prefieres simplemente ver dónde te lleva una idea?
Parto con un esquema, de hecho, esquematicé toda la saga. Pero rara vez lo reviso, las musas me llevan todo el camino. Al terminar un libro comparo, y a veces hay poco en común con el esquema. En Elemental la pauta es poner dos Portales por libro, a los que se viaja (viaje figurado, épico y físico, en el libro) con varias desviaciones argumentales, por supuesto. Con Fantasma, una distopía gótica que empecé, sólo me dejo llevar.
¿Tienes una estrategia para encontrar reseñas?
Confesión, soy una escritora spam y pido perdón por ello. No quisiera molestar pero conozco a poca gente, soy auto publicada y no tengo dinero. Mi estrategia (exitosa) es dar tanto como recibo. Tengo un contacto permanente con blogueros y booktubers a los cuales les leo (miro) y comparto mucho material, en Facebook y Twitter, comento sus entradas y participo mucho, a cambio sólo pido que no se enojen mucho con la carta que les envío una sola vez, promocionando mi novela. Y si me agregan, dan me gusta o comparten, lo agradezco en el alma. Regalo a los reseñadores mis libros en Kindle, para evitar el plagio, soy bastante desconfiada pero todavía no encuentro mi novela en PDF por ahí. Y luego de la reseña sigo el blog o canal y lo apoyo siempre.
¿Cuáles son tus pensamientos sobre las buenas / malas críticas?
He recibido de ambas, las malas críticas duelen pero ayudan un montón. Soy una persona con motivación de logro de aprendizaje y no logro de desempeño. En psicología educacional, eso significa que hago todo por aprender, no por obtener reconocimiento. Así que no es tan difícil. Gracias a Elena de ‘Escriba de Avalon’, Alba de ‘Cine de Escritor’, Joh de ‘En un Mundo Paralelo’, Abril de ‘Half Light Books’ y Marce de ‘La Cazalibros’ he mejorado de cero a diez. Bueno, a nueve. Las buenas críticas son estimulantes pero a veces engañosas, en Chile se acostumbra a no decir cosas para evitar herir o desagradar a la gente. Por eso elegí mis lectoras cero, que son chicas muy sinceras (Joh, Abril y Marce).
¿Cómo pueden los lectores descubrir más acerca de ti y tu trabajo?
Gracias a Dios he tenido muchas oportunidades de contar cosas acerca de mí, los links están en mi página de Facebook (www.facebook.com/SAGAELEMENTAL). Publico en Amazon (Elemental y Vestigios ya están publicados, Encrucijadas está en edición), luego dejo unas 150 páginas en Wattpad para estimular a los lectores. Amazon igual tiene muestras gratis pero no pasa de 80 páginas. En mi Facebook subo frases y trozos de las novelas, además de videos muy amateur acerca de la saga. Recomiendo los videos, que tienen imágenes de mis libros, dicen que soy una escritora muy visual y Alba incluso dijo que se confundió respecto a si mi novela era novela o guion.
¿Qué dirías que es lo más difícil a la hora de escribir?
Ser escritora auto publicada es muy, muy difícil. Hay que trabajar el doble y hasta el triple, al asumir la publicidad. Una se estrella contra muros terribles, incluso gente grosera e hiriente, como si atreverse a escribir así fuese pecado. Hay que trabajar en lo de una y además en tu libro, porque hay que generar dinero igual. Es como escribir por vocación. Yo me empeño en que me editen los libros, porque se requiere juicio externo, al menos. Pero escribir en sí, para mí, no sólo no es difícil sino también terapéutico, hermoso, estimulante, glorioso, épico.
¿Exagero? Jajajajaja.
Lo difícil podría ser escribir una saga, llevar adelante la trama, porque cada libro exige más, argumentalmente.
Alguna anécdota divertida de tu vida
Mi papá era un tremendo lector, y en su ocupada agenda se encargaba de darnos tiempos a sus hijas, pero a menudo se escapaba a su pieza a leer. En esos momentos no debíamos molestarlo. Yo tenía 4 años y mi hermana 7, ella estaba reforzando su aprendizaje de lectura. Yo iba a la habitación de papá con un libro de cuentos y me sentaba callada junto a él. Todos lo encontraban muy tierno y gracioso; me pedían que “leyera” y yo lo hacía. Entonces se maravillaban de mi prodigiosa memoria. Con el tiempo, se dieron cuenta de que yo aprendí a leer mirando las lecciones de mi hermana y que mi memoria es horrible.
Jajaja.
Aprendí a leer para poder pasar más tiempo con mi padre, lo que estuvo muy bien porque murió antes que cumpliera ocho años.
Muchas gracias por tu entrevista, Joselyn, fue muy divertido!!!
Me alegra que te gustara, tambien hago entrevistas de personajes, avisame si esas tambien te gustarian son entretenidisímas